Páginas

martes, 23 de febrero de 2016

La señora carnaval nos cuenta...


Mañana sólo hace una semana que di vida a la señora carnaval, y ya resuenan en mí, muy lejanas, las voces de los niños. Los días que han pasado se han hecho intensos y amargos, largos y a la vez insuficientes.

Me siento en la silla, sola, silencio en el patio, galácticamente vestida. Hago caso de las instrucciones: no te muevas nada, mira un punto fijo, quieta, totalmente quieta. Los duendes aparecen y me es imposible no apartar la mirada de la canasta de baloncesto. Se acercan, curiosos y tranquilos, tiernos y confusos. No les dejan acercarse, luego más interés tienen. A continuación, bajan los del tren, en donde está mi niño, que muy serio me mira y ocupa su sitio. Ya no me molesto en dejar la mirada fija. No notan mis ojos inquietos. Con las gafas de sol puedo mirar a mi antojo. Poco a poco van apareciendo los demás niños y, al contrario de lo que imaginé, me siento cada vez más tranquila. Ya me lo dijo Juan Pedro, “Ellos te guíarán, no te preocupes”. Y eso hacen.

Todos ellos cantan, ilusionados, las canciones ya preparadas para la Sra Carnaval. Una semana
viéndola al entrar a la escuela ha generado muchas expectativas. Una semana dejándole regalos, ella devolviendo el cariño con consignas. Ahora debo empezar a moverme, lentamente. Lo hago. Cada vez más, poco a poco. Hasta que ya empiezan a acercarse y casi no puedo hacerlo porque me rodean, me toman de la mano, y me hacen preguntas, difíciles de contestar, ¿eres de papel? ¿de qué país eres? ¿has visto Frozen? ¿y Alvin y las ardillas 3? ¿tienes amigos? Sonrío dentro de la máscara, a veces me alegro de llevar gafas porque mis ojos brillan de agradecimiento, por el amor, la inocencia y la ternura recibidos. “Ellos te guiarán, no te preocupes”, recuerdo.

Me dirigen hacia la calle Yerma, donde me rodean en círculo y cantan de nuevo alegres e ilusionados. Después los mayores me acompañan hacia el final de la calle y allí tengo la gran oportunidad de abrazarles mientras algunos me dicen cosas en secreto. “Bonita, te quiero mucho”. Y me dejan ir, serenos y felices. No necesitan más. Ellos lo dan todo. Regalos, secretos, abrazos. No esperan nada de vuelta. No lo necesitan. Ya tienen lo que quieren. Son felices en su escuela, con su señora carnaval, sus amigos, sus maestros, no necesitan nada más. Lo tienen ya.

“Ellos te guíarán, no te preocupes”. Y eso hacen. Sólo hay que dejarles hacerlo.

Natalia Genaro
mamá de Bruno (clase del Tren)

2 comentarios:

  1. Me encanta eso de que ellos lo dan todo, es así, con cualquier pretexto se entregan y las buenas escuelas siempre proponen bien.
    De señora a señora carnaval ;-)

    ResponderEliminar
  2. ¡Ssssss...que nadie se entere!!!
    La magia que todo el año nos rodea por vuestras criaturas, se hace tangible con vivencias como éstas y me encanta que se "corporice" en mamás tan fantásticas... todo el equipo difrutamos mucho compartiendo estos momentos tan especiales. Gracias Memes

    ResponderEliminar


Los comentarios que aportemos harán de este blog un espacio mas vivo, mas rico, mas cercano...
¿Qué te parece lo publicado? ¿Te ha sugerido alguna emoción? ¿Qué crees que le falta o le sobra...? ¿Te gustaría conocer algo mas al respecto? ..